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Poemas de otoño. 3 Poemas de Javier Vilchez

  • Foto del escritor: Tertulia Cero
    Tertulia Cero
  • 14 jul 2019
  • 3 Min. de lectura


Poeta Javier Vilchez

POEMAS SUELTOS


RECINTO


Ayer abrí la puerta

De la habitación donde dormíamos

En ella ahora solo habitan las arañas

Y los grillos que intentan alegrar

Su antiguo cuerpo.


Caminé hacia nuestro lecho

Las sábanas dormían apenas

Entre el polvo y las polillas


Caminé hacia la ventana

La cortina miraba pensativa hacia las flores

Que dejaron de crecer

Que ya no existen

Como tampoco existen los barrotes del jardín

Que fueron arrasados por el tiempo.


Y la mesita de noche

Y los libros

Y las hojas

Y el tintero

Y los cuadros

Y la araña candelabro que colgaba de nuestro techo

Cada extravagancia

Cada recodo

En su forma y en su aliento

De ese recinto donde calculamos nuestros sueños

Fue devastado

Fue aniquilado

Y sepultado

Como quien entierra a un niño muerto.



NOCHE


Escucha, Gabriel.

La noche es un fantasma

Que pasa raudo entre las nubes.

Si te quedas en silencio,

La verás moverse acompasada,

Mientras en el cielo se abren las luciérnagas

Como pequeñas flores candelabro

Y los Cuervos

Y los murciélagos

Dibujarán nerviosos

Sus siluetas en el viento.


¡Todos es hermoso

Y mágico en la sombra!


¡Pero, silencio!

En su cuerpo etéreo

También acechan los recuerdos

Antiguos anhelos que emergen

Como el aullido de Cancerbero en el precipicio.

Y no solo eso.

Observa,

Allá, cerca de la colina

Donde la luna enciende la arena muerta,

Se ha iniciado una feroz batalla

Hay elfos y trolls

Disputándose tus sueños.



Javier Vilchez

POEMAS DE OTOÑO


A ti, madre, mi bella Rosa.



I.


Cabe pensar en lo Indecible

En el golpe callado al borde del destino

Justo en el costado

Donde esperamos el aguijón

De la única lanza que vemos al nacer

Y que solo hasta ahora

Reconocemos su propósito

Las manos tiemblan

Mientras el corazón

Espera con angustia la hecatombe

La punta certera

El golpe que haga volar

A la golondrina blanca

Que yace escondida

En el cuerpo de mi madre

Porque es una golondrina

La que vive en su interior

Y son sus alas

La renovación,

El tiempo,

La vida,

El amor,

La esperanza.



II.


La rosa que pusiste cerca de la ventana

Junto al cirio

Ya casi no respira

En esta tarde de otoño

Sus pétalos blancos han caído

Como lluvia de cera

Y un sonido extraño

—El eco pausado que incita a la ausencia—

Se ha apoderado de su ser

La tarde declina

La luz presurosa

Desaparece como un enjambre

De luciérnagas vencidas

Mientras la rosa frágil se retuerce

Como si una mano invisible

La golpeara

El tiempo transcurre

Pasa lento

Y su cuerpo de oruga intangible

No se arrastra en vano

Todo queda en silencio

Recostada en su lecho

Rígida y pálida

La rosa duerme

Como una doncella hecha de cuarzo.



III.


Recostada sobre su lecho

Mi madre lanza una mirada

Que atraviesa el umbral de su puerta

Ya no sonríe ni habla

Solo fija sus ojos grises

Y me levanta la mano

Como la pasajera de un barco

Que se despide de la costa

Ella sigue allí, sobre su tálamo níveo

Mientras una golondrina blanca

Llena de trinos su cielo raso

Y en el interior de su cuerpo

Un oscuro anfibio se estira y croa

La lluvia se aproxima

—es cierto —

Pero ella se mantiene quieta

—esperando —

Sencilla y silenciosa

Como una pequeña rosa que ha crecido

En la ribera de un río.



Javier Vilchez Juárez: Nació en el distrito de Castilla (Piura) el 08 de enero de 1983. Es licenciado en Educación, por la Universidad Nacional de Piura y realizó estudios de Maestría en “Escritura Creativa” en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Fue miembro fundador del grupo literario “Plazuela Merino”. Publicó los libros: SORPRESA y otros cuentos (narrativa, 2006); Estaciones (plaqueta de haikus, 2014), Fragores y Mutismos (narrativa, 2014) y Tratado Poético sobre un filicidio (literatura experimental, 2016). Además ha colaborado en las revistas literarias: Plazuela Merino (Piura), SIETEVIENTOS (Piura), Granizo lunar (Trujillo), entre otras. Ha sido seleccionado para formar parte de las antologías: Porque nuestras manos y palabras crean… cuentos, pintura, cerámica… (Piura, 2006), Catástasis (Trujillo, 2009), Estirpe Púrpura (Piura, 2010), Producción literaria Piurana Contemporánea (Piura 2010), METÁFORA: La expresión literaria en la Universidad Nacional de Piura (Piura, 2011) y Desafío de la Brevedad (Piura, 2018).


Tiene inédito los libros: CATAVO (finalista del Premio Copé de Novela 2013), Monteolvido (novela corta), Los Rostros de Jano (micronovela), Apócrifo (micronovela) y Los Rostros de la Quimera (poesía experimental).

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