Una noche de crudo invierno. 5 poemas de Mary Vásquez
- Tertulia Cero
- 9 may 2020
- 2 Min. de lectura

RECONSTRUCCIÓN
Es una dama deseada por la dote que le acompaña,
desde el año 2017 su nombre se pronuncia con angustia,
despierta desmedida alegría, se baña en apatía,
navega en arcas de oro despertando lujuria,
rabia entre los que aspiran poseerla,
sufrimiento y antipatía en la población.
Reconstrucción viste de gris y otras veces de negro,
solo de blanco para ser presentada en público,
de rojo para hablar de su cuantioso patrimonio,
una dama sin duda hermosa va perdiendo credibilidad,
ante los ojos indiferentes de la población.
Su nombre ha sido manoseado por políticos,
por expertos, por trabajadores, todos la pretenden,
pero la un doncella aburrida de ser humillada,
duerme, y no hay quien la despierte del profundo sueño…
DESOLACIÓN
Corro lentamente detrás de tu recuerdo y no te alcanzo,
mi sonrisa pierde su encanto y su brillo se esfuma
en la galería de mis pensamientos, en cuyos espejos
veo reflejada la angustia de mi alma, desolación.
Continuo mi lenta carrera dejando atrás la luz del día,
las olas del mar,
encontrándome en el camino con otras yo de mi pasado
cuyo drama en sus ojos me dice que no te conocieron.
Frente al balcón de madera de la casa que nunca habitamos
Veo jardines relucientes de verdor,
detrás de cuyos grandes pinos te imagino escondido,
bañándote en la pileta de mármol
por donde discurre la sabia de mis besos.
Subo la escalera de mi esperanza hasta divisar el horizonte
donde tu imagen se disuelve en el recuerdo de un amor,
en cuyas caricias de seda me encuentro atrapada.

BÚSQUEDA
Perdida de mi ser,
lo busqué por todas partes,
en los ojos indiferentes
de otras personas,
en los bolsillos de sus abrigos,
en la sonrisa de los niños,
en la sábila de su boca,
en la piel de una anciana,
en la mano que sostiene el látigo,
en el polvo que levanta
la escoba al barrer,
en los ríos, en las montañas,
en las piedras,
en el pétalo de una rosa,
en el tronco hueco de un añejo jacaranda,
en la oscuridad,
en el canto de los ruiseñores,
hasta que lo encontré dentro de mí.
CORAZON CAUTIVO
En una noche de crudo invierno,
el amor rompió las gruesas
cadenas que mantenían
mi corazón cautivo.
Mis palabras soldados de arcilla,
se deshicieron ante el mar
de sus caricias.
El amor derrumbó
mis murallas de piedra
con pétalos de ternura.
Así, desnuda,
fui inexperta navegante
en ese océano
de nuevas emociones.
Sacié la sed de mi desierto
con su agua cristalina,
sació su sed con chorros
de mi sangre hirviendo.
Así el amor impregnó mi cuerpo
de nuevos aromas,
llenó mi lecho de hojas de hierba,
de exóticas orquídeas.
Al amor le pregunto
con agonía,
¿Será eterna esta primavera?
SORBOS DE TRISTEZA
Tristeza, hoy te bebo
como beben los moribundos
sorbo a sorbo,
lentamente,
aceptando tu negra presencia.
Tristeza hoy te bebo
celebrando tu tenacidad
siempre a mi lado
traicionando mi alegría,
clavándome tu puñal de melancolía.
Tristeza hoy te bebo
mientras se mezclan
en esta copa
mis lágrimas con las de la luna.
MARÍA JESÚS FLORESTA VÁSQUEZ VÉLEZ
Lic. en Ciencias de la Información por la Universidad de Piura (UDEP). Magister por la Universidad Internacional de Andalucía, Sede Iberoamericana Santa María de La Rábida. España. Magister en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Piura (2018).
Ha publicado los libros de cuentos cortos Sol Intenso (2013), Detrás del velo el césped está verde (2016). Es autora del cuento Pequeños Gigantes (2014). Ha publicado el poemario Mundos partidos (2018). Trabaja en la Oficina Central de Imagen Institucional de la Universidad Nacional de Piura (UNP).
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