Sólo hemos guardado cicatrices. 6 Poemas de Óscar Limache
- Tertulia Cero
- 18 ago 2020
- 6 Min. de lectura

De: Viaje a la lengua del puercoespín (1989)
Delfos
Si oyes
el canto de la lechuza
mueres
Si acaso
jamás oyes el canto de la lechuza
morirás igualmente
Sólo los dioses
pueden oír las voces de las aves
sin preocuparse
Inicio
Cómo seguir entre los recodos
con mi cara larga y con mi perro en brazos
Cómo seguirte por los rebordes sin caerme
haciendo amagues entre los dientes de vidrio
y así lograr el equilibrio justo
Cómo perseguirte entre los cordeles y los altillos
y enderezar las paredes en que te ventiscas
Cómo saber las rendijas los recovecos
para descubrirte blanca en el algodón de los árboles
Cómo escucharte la vieja madrina o la tía desolada
la soledad del niño que duerme fuera de sí
la luz amarilla de las lámparas
los magos que inventan los parques por las noches
la cadena de historias que nos atan como cuentas
Nunca oímos de la calle
ni de las mujeres que lavan sus riberas
ni de los montes de desechos que nos nublan la vista
sólo hemos guardado cicatrices
apilándolas como piedras preciosas
cáscara sobre cáscara para el postre de la tarde
En este cerco no hay jardines ni macetas
ni hay pavimentos de espejo
sólo baldazos de lejía que endurecen la tierra
sólo un cerro de cristales que nos desdobla el viento
la noche que baila en los cilindros con sueño de naranja
este sol que nos seca a mediodía
ese portón que nos separa del aire
Tú acaricias la barba donde albergo avenidas
y tu dedo corta un camino entre mis costillas hasta mi centro
y entonces te escucho de ojos abiertos
pues la suciedad no tuvo tiempo de asediar mis párpados
y me hablas de ese hotel allá de lunas negras
de la gente a la salida de los cines
del metal que se acarrea en los bolsillos
del desfiladero de pisos que encajonan los jirones
Mis piernas se detienen en tu voz
y me asombran los zumbidos de otras voces
que en las pistas paralelas me contaban sus historias
¿Has visto al humo expandirse en el corazón de los tubos?
¿Has caminado la antesala de resortes
las oscuras cavernas de los rayos equis?
¿Te arrastraste enferma en agonía hasta el teléfono?
¿Conoces los traqueteos del pulso o el calibre de los muertos?
Creo que entiendo cuando me hablas de ascensores
siempre me atrajeron los techos como a un suicida
Cuéntale a los otros la bruma del precipicio
la cremallera de las puertas o la simpleza del hábito
Tráeme la calle que baja la muralla
deja los camiones y los acueductos
las risas llenas de zanjas
o el grito de los frenos sobre tu espalda
Ven
y que tus palabras se mezclen con mis ojos
para que tú también te oscurezcas con la noche
para que si prendemos fuego al cerco
no nos quememos Maruja
porque es necesario terminar con los lavaderos de hormiga
con las madrugadas de lino
con los marcapasos de hierro
y encontrar la verdadera historia entre las luces invernales
aunque ahora sólo vengan con nosotros
el viejo comprobotellas arrastrando su triciclo
el afilador de cuchillos con su pífano de infancia
o quizás mi tío loco bailoteando el tren borracho
Ven
y caminemos sobre los desmontes
por las paredes traseras de las fábricas
hacia los traspatios tranviarios que abandonaron sus rieles
hacia los postes telegráficos que se pierden por el puerto
hacia los pueblos que crecen adolescentes sus umbrales
junto a la acequia ribeteada de asfalto que tú y yo recordamos
caminando entre la neblina
hacia la inmensa armadura de ladrillos rojos
o barras metálicas o papel periódico
porque hace mucho que no estamos locos
porque el mundo vive y nos llama desde dentro
porque esta ciudad es de verdad Maruja
o quizás es de mentira
y entonces
está bien
que nos hayamos escapado
La loca alacrán
La loca alacrán
despertó de oscuro
en su paisaje lunar
fierros desmonte
yerbas cacas de perro
subibajas de basura
Rodeada de seres queridos
puso fuego a la noche
árboles casas dormidas
urbanizaciones postes
hilos de luz
Girando desde el humo
vio ardiendo sus muebles
trapos hules periódicos
su rama seca ropero
su costal de harina frazada
su saco de cemento cama
su trozo de cartón silla
su cajón de fruta mesa
su lata de atún vasito
su plato plato
Besando los frascos rotos
esperó a que las llamas
abrasaran su cabeza de pasto
La calle congregó a los techos
y emprendió la hoguera en los teléfonos
Entre alarmas y focos pálidos
filtraron los petates su aroma escorpión
Agentes y reporteros recogieron cien voces
e inventaron un nuevo infierno para la ansiosa mañana

Nocturno de la avenida Inca Garcilaso de la Vega (antes Wilson)
Vas por la selva, y continuamente te preguntas cosas.
Luis Britto García
Camino con los hígados al viento
y logro que mi tibia y mi fémur expuestos
olviden por un momento la quiebra atroz del boquete
Pero qué hago mientras tanto con mi cartílago
que se descuelga atónito a martillazos
o qué con mis ojos asombrados
que protestan fritos en petróleo hirviente
Cómo desbrozo la hierba que se prende a mis pulmones
las toxinas que me oxidan la tráquea
el lumbago que anquilosa mi esclerótica
(Pues no presto oído chamuscado
a mi raído cuero cabelludo
y con eso aguanto mis pestañas unos meses
sin temor a equivocarme)
Cómo pasarme el índice por el cuello degollado
el pelo creciendo cotidiano con su silencio cómplice
cómo traerme abajo los muslos el sexo o las amígdalas
sin extraer vibraciones al tímpano o saludos al atoro
cómo dejar la bala de atravesar su camino en mi cerebro
replanteando su gris sabiduría
cómo la sangre pues
como coraza de yerros
si viajo por las calles
cargado de optimismo
Autorretrato con púas (22 años)
Para Gigi
Soy
como los cactus
que cultivo
alto
seco
espinoso
frío
e hiriente
pero
maldición
no puedo
evitar
de vez en cuando
darte
desde mi centro
una flor amarilla
Terremoto
y entonces vimos que nuestra calle
ya no era nuestra
y tuvimos que contemplarla
por última vez desde el suelo
y así supimos cómo era lima
antes de la llegada de pizarro
mientras las señoras huían desnudas
con las duchas en los cabellos
y los niños sucumbían
ante los pechos maternos
y tú
lavando columpios y trompos viejos
¿no ves la resbaladera cayendo
desde el puericultorio?
¿no ves los chiquillos forzando
las grietas a rajatabla?
y tú
llamando a los hijos que ya no teníamos
corriendo por callejones
vigas neblina
entre carros atascados
en la línea ascendente
con el río en la tarde
que no se movía
semáforos verdeámbar
por los tres lados
y tu voz
ya tu voz
sirenas
y lunas
rotas
ÓSCAR LIMACHE (Lima, 1958)
Poeta, traductor, editor y educador peruano.
Ha sido miembro de la Comisión de Lengua y Literatura del Ministerio de Educación del Perú (2004) y consultor de PROMOLIBRO (2004-2005). Entre muchas instituciones educativas, ha ejercido la docencia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes, el Colegio Los Reyes Rojos y el Colegio Trilce, donde es responsable del Plan Lector desde el año 2004.
Obtuvo el Premio Copé de Poesía en 1988 por Viaje a la lengua del puercoespín (Lima, 1989; Lima, 1994; La Habana, 2002; México, 2008, Santiago de Chile, 2016). Ha publicado, además, el poemario Vuelo de identidad (2004) y las antologías Un año con trece lunas. El cine visto por los poetas peruanos (1995), Selección nacional (1999), Desde la aurora (2003) y Piedra de doce ángulos (2014), entre otros libros.
Fundador y director del PROYECTO TABATINGA DE TRADUCCIÓN LITERARIA (2006), ha publicado traducciones de los libros Preparativos de viaje, de Mario Quintana (2009); Del rocío que acrecienta el Ganges, de Ademir Demarchi (2011); Memoria futura, de Paulo Franchetti (2012); 51 mendicantos, de Paulo de Toledo (2013); Paseos en la floresta, de Ademir Demarchi (2013); Piedra habitada, de Cândido Rolim (2013); El reverso de las cosas, de Carlos Drummond de Andrade (2014); Pájaros extraviados, de Rabindranath Tagore (2014); Consejo a un poeta, de Lola Koundakjan (2014); Memorias póstumas de Blas Cubas y La causa secreta y otras historias, ambos de Joaquim Maria Machado de Assis (2015). En Santiago de Chile, Andesgraund Editores publicó su traducción de Doce nocturnos de Holanda, de Cecília Meireles (2016 y 2018). Forma parte del equipo de traductores de Cien grandes poemas de la India, antología del poeta indio Abhay Kumar publicada en Monterrey, México, por la Universidad Autónoma de Nuevo León (2018).
Poemas suyos han aparecido en publicaciones impresas y virtuales de Cuba, México, Brasil, Uruguay, Colombia, España, Estados Unidos, Italia, Arabia Saudita, India y Albania, y han sido traducidos al portugués, italiano, inglés, turco, hindi y árabe.
Ha presentado sus libros en la FIL La Habana (2002), el Centro Toluqueño de Escritores de México (2004), la FIL Quito (2011), la FIL Guadalajara (2014), el Festival Latinoamericano de Poesía Ciudad de Nueva York (2016), el Espacio Estravagario de la Casa de Pablo Neruda de Santiago de Chile (2016) y en el Festival Internacional de Poesía Amada Libertad de El Salvador (2019).
Ha conducido espacios de difusión de la lectura en radio, cable y televisión de señal abierta.
Es Coordinador Académico Internacional del WORLD FESTIVAL OF POETRY y Vicepresidente de LEAMOS Asociación Peruana para el Desarrollo de la Lectura; además, es director del sello independiente LA APACHETA EDITORES, del Proyecto EFRAÍN Y ENRIQUE EDITORES CARTONEROS, de la revista “DIENTE DE LEÓN. Cipselas de difusión poética” y del CENTRO CULTURAL TRILCE, desde donde comparte diariamente en las redes poesía de todas partes del mundo.
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